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Vibe coding, la nueva moda estúpida

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Hablemos del “vibe coding”, ese término que últimamente está en boca de todos, en mi opinión, más por hype que por otra cosa. Para empezar, el nombre ya es… “curioso”, y más aún cuando los traductores automáticos hacen de las suyas (hola, YouTube). Programar por “vibes” viene siendo “programar” despreocupadamente sin saber muy bien lo que haces, confiando en los sistemas de IA generativa y pidiendo que haga, deshaga o arregle sin mucha (o ninguna) supervisión.

Queridos lectores que os habéis topado con este post, os pregunto: ¿Confiaríais en un empresario o ejecutivo que, en vez de recurrir a expertos en su sector, le pide a una IA que le diga qué estrategia seguir? ¿Os fiaríais de un arquitecto que delega en un chatbot el diseño estructural de un edificio? ¿Y de un avión que vuela sin pilotos porque la IA ya vuela sin supervisión (ni un humano que la sustituya si falla o hay alguna contingencia)?

Ojo, no estoy diciendo que programar un software de gestión sea lo mismo que salvar vidas, defender a alguien de un delito o volar un tubo de metal de 67 toneladas. Pero la lógica es la misma: si la experiencia, el conocimiento y el criterio de los profesionales dejan de ser relevantes, ¿qué valor tiene lo que construimos?

Por otra banda, me gustaría preguntar a esa gente que dice que monta startups valoradas en millones de euros: ¿Qué valor aporta tu producto si yo mismo puedo crear una copia sin tener ni idea? Hasta ahora, los productos tenían valor porque estaban hechos por gente que sabe lo que hace y conoce la forma correcta de hacerlo, además de la comodidad de no tener que reinventar la rueda. Pero si puedo activar el modo agente de Cursor o GitHub Copilot para que codifique y tener mi propio clon de tu aplicación en un par de tardes, ¿por qué te voy a pagar?

Como decía el villano Síndrome en la película de Los Increíbles: “Cuando todos son especiales, nadie lo es”. Cuando todo el mundo puede crear su propio software (por crear quiero decir pedir a una IA), el software no tiene ningún valor intrínseco.


¿A quién beneficia esta moda? ¿Realmente hay gente “a pie” que se crea que es tan fácil remplazar a trabajadores que llevan años formándose y aprendiendo en un campo que cambia absurdamente rápido? En mi opinión, no. Esto es una moda que beneficia a varios:

  1. Los gurús de la IA o AI-bros: son los habituales “todólogos” que un día te hablaban de Big Data, Machine Learning, Blockchain, etc. y ahora te dicen que la IA es el futuro. Ellos son los que están vendiendo cursos, libros y conferencias sobre cómo “aprovechar” esta nueva moda. En realidad, lo que hacen es vender humo y aprovecharse de la ignorancia de la gente.

  2. Las empresas de IA: tanto empresas que entrenan y venden modelos de IA (ClosedAI, Anthropic, Google y otras), como los que crean hardware (NVIDIA, AMD) y herramientas para aprovechar estas (Cursor, GitHub Copilot, etc.). Ellos son los que venden “palas” mientras se habla de la “fiebre del oro”, y a más hype vendan, más dinero ganan.

  3. Las empresas de software en general: empresas que no tienen por qué dedicarse directamente a la IA, pero que se escudan en ella para reducir costes, sea despidiendo personal (“Como ahora la IA puede escribir la mitad del código de nuestro personal, la mitad del personal nos sobra”) o justificando pagar peores salarios “porque ahora el trabajo es más fácil”. Es decir, precarización de un sector que, al menos en España ya está precarizado en comparación con otros países (como todos los trabajos, dicho sea de paso).

Todo esto sumado a los habituales vendedores de humo que te dicen que la IA es el futuro y que tú también puedes llegar a millonario haciendo su curso de “usar la IA para hacer dinero”. Spoiler: si pudieras hacer tanto dinero con eso, no estarías vendiendo cursos, estarías haciendo una pasta gansa y retirándote en una playa del Caribe.

Por cierto, por mucho que se empeñen en decir que la IA es fiable, si comete algún error (y los comete, muchos) el marrón te lo comes tú. Seas el usuario cuyos datos han sido filtrados por enésima vez, o el programador chapucero (o “vibe coder” que igual no sabe nada de programar) al que se le ha colado un error garrafal porque el modelo no “sabe” lo que hace. Y no vale decir “es que lo hizo la IA”, porque el responsable eres tú. No puedes culpar a una máquina que no puede tomar decisiones por sí misma (aunque lo parezca) por un error humano.

Por último, me gustaría recordar que la IA no es más que un algoritmo que ha sido entrenado con datos. Por mucho refuerzo que tenga en base a datos sintéticos (generados previamente y aprobados por humanos), no deja de ser un algoritmo muy grande y muy complejo. Pero no por ello ni por el nombre de “inteligencia artificial” es “inteligente”.